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Dominicana y Haití
Las repúblicas de la isla La Hispaniola, Dominicana y Haití son dos países que comparten territorio. Estos dos países son muy diferentes que por circunstancias históricas terminaron como son hoy en día.
Dos realidades en una isla: Dominicana y Haití
La República Dominicana comparte territorio con otro país muy diferente, con quien se ha tratado de llevarse bien (dentro de lo que cabe). Una relación muy interesante e intensa a la vez, ambos países con sus propios problemas que por más que se quieran obviar… Los de uno afectan al otro.
Geografía
Geográficamente, las Repúblicas Dominicana y Haití son dos países ubicados en El Caribe que comparten la isla conocida como La Hispaniola (o Ispanyola en Creole), o La Española, que incluyendo sus islas anexas suman un total de 76,203 km2, repartidos en un 63.58% de territorio dominicano (48,448 km2) y un 36.42% de territorio haitiano (27,755 km2). Las islas anexas ocupan alrededor de 11 km2 (Por ejemplo las islas Beata, Catalina, Saona, Alto Velo en el lado dominicano y las islas Gonave, Tortuga, Vaca y Caimitos en el lado haitiano, y cayos repartidos en ambos lados).
El Caribe está ubicado entre el Trópico de Capricornio y el Ecuador, en una ubicación donde confluyen los patrones de vientos globales provenientes de África y el sur de Europa, afectado por rayos solares más directos que en otras latitudes. Esto resulta en climas cálidos y en las locaciones paradisíacas de ensueño que conocemos.
Primera presencia europea
El 5 de diciembre de 1492, el almirante Cristóbal Colón y sus tres navíos llegaron a estas playas, encontrando aquí a «los Taínos», una población que contaba con una estructura social y distribución geográfica acorde a su realidad.
La isla era nombrada de diferentes formas, siendo el nombre más común Quisqueya, isla que estaba organizada en 5 regiones llamadas cacicazgos, cada uno dirigido por un Cacique. Los 5 cacicazgos eran: Marién, Maguá, Jaragua, Maguana e Higüey.
Marién estaba ubicado en el noroeste de la isla, entre la la parte más alta de la cordillera Central y el canal del Viento.
Maguá, en el nordeste, incluía toda la zona de influencia del valle del Cibao y la Cordillera Septentrional hasta la península de Samaná.
Jaragua, en el suroeste, cubría toda la cuenca río Artibonito y la península de Tiburón (rumbo a la isla de Navaza).
Maguana, en el sur centro, cubría desde la cuenca del río Yaque del Sur hasta la cuenca del río Haina.
Higüey, en el sureste, desde la cordillera Central y la desembocadura del río Barracote hasta el canal de la Mona.
Cristóbal Colón renombró la isla con el nombre de La Española, que luego fue popularmente llamada La Hispaniola. La Constitución Dominicana vigente se refiere a la isla como Santo Domingo, mientras que la Constitución Haitiana vigente se refiere a la misma como isla de Haití.
Colonización de lo que hoy es Dominicana y Haití
La colonización europea de la isla inicia desde el año 1492, cuando fue construido el Fuerte La Navidad con los restos de la Santa María, uno de los tres navíos de Colón, en un lugar donde hoy se ubica el poblado de Môle Saint-Nicolas, Haití, frente al canal del Viento.
Fue desde el 4 de noviembre de 1493, con la llegada por segunda vez a la isla de Cristóbal Colón, esta vez acompañado por su hermano Bartolomé y entre 1300 a 1500 navegantes, cuando inició el sometimiento de los taínos al sistema esclavista español, quienes establecieron un nuevo régimen de trabajo forzado que, junto a enfermedades, terminó extinguiendo a los taínos en pocos años.
En diciembre de 1493 se inició la construcción de la primera villa europea en América, La Isabela, en la actual provincia de Puerto Plata. La villa fue nombrada en honor a la reina Isabel I de Castilla (o Isabel La Católica), y fue inaugurada el 6 de enero de 1494. Otras comunidades establecidas en la isla fueron La Concepción de La Vega, Santo Domingo de Guzmán (actual capital de la República Dominicana), la villa de Santiago de los 30 Caballeros, entre otras comunidades.
Debido a la debacle de la sociedad taína, la mano de obra esclava se hizo escasa, lo que provocó la demanda e importación de esclavos africanos a partir del año 1501 para realizar trabajo físico en la minería, la agricultura y la logística para mover dicha producción.
El Virreinato y la Capitanía General de Santo Domingo
Cabe destacar que todo territorio controlado por España formó parte de lo que fue el Virreinato colombino o Virreinato indiano, que rigió entre 1492 y 1535 esta zona del Mundo. A partir de 1535 pasó a ser la Capitanía General de Santo Domingo hasta 1865, con hiatos en los períodos de 1801 a 1809 (la Era de Francia) y de 1821 a 1861 (desde la Independencia Efímera hasta la Anexión a España).
La Capitanía General de Santo Domingo fue creada como parte del recién creado Virreinato de Nueva España el 12 de octubre de 1535, y perduraría hasta la Era de Francia (1801).
Dominicana y Haití: Orígenes de la división de la isla
Debido a la corrupción imperante y pesada burocracia española, sumado a la falta de atención de la corona a estas tierras, el desorden degeneró en comercios no regulados y toma de territorios por navegantes ingleses, holandeses y franceses (no es por capricho que la saga de Piratas del Caribe muestra a la isla Tortuga como un lugar de descanso para los piratas).
Desde 1604 se comenzó a despoblar la parte oeste de la isla de Santo Domingo en lo que se llamó «Las devastaciones de Osorio«, ordenado por el rey Felipe III de España al gobernador de La Española Antonio de Osorio, en un momento en que otras potencias se hacían del control de territorio antes dominado por España.
Con el objetivo de controlar el contrabando imperante en los puertos de Montecristi, Puerto Plata, Bayajá (hoy Fort Liberté) y Yaguana (hoy Léogâne), entre 1605 y 1606 se desplazaron a los habitantes de esas poblaciones y a pocos kilómetros de la ciudad de Santo Domingo se crearon los nuevos municipios de Monte Plata y Bayaguana. El contrabando incluía la distribución de biblias luteranas en detrimento del catolicismo romano que simbolizaba a la corona española.
Dominio francés del lado de Haití
Francia se apropió de la isla Tortuga, expulsando a los piratas ingleses y holandeses, facilitando la toma de la parte occidental de La Hispaniola. En 1665 el rey Louis XIV de Francia reconoció la parte oeste de la isla con el nombre de Saint-Domingue. España terminó cediendo ese territorio oficialmente el 20 de septiembre de 1697 a través del Tratado de Rijswijk.
La parte oeste de la isla, bajo el dominio de Francia, se convertiría en La Perla de las Antillas. La alta productividad de sus tierras y su agresivo comercio la hicieron la colonia más rica y próspera de las llamadas Indias Occidentales.
En 1773, el capitán general de Santo Domingo José Solano, y el gobernador de Saint-Domingue era el marqués de Valière. Ambos fijaron la frontera de la isla en las desembocaduras de los ríos Dajabón (norte) y Pedernales (sur).
En 1776 se ratificó el acuerdo anterior y con la asistencia de topógrafos se colocaron pirámides o indicadores de límites territoriales por toda la frontera.
El 3 de junio de 1777, en la ciudad de Aranjuez, al sur de Madrid, España, el conde de Floridablanca, representando al rey Carlos III de España, y el marqués de Ossun, representando al rey Luis XVI de Francia, firmaron el tratado de Aranjuez de 1777, en el que se ratificaron los acuerdos anteriores entre el capitán general de Santo Domingo y el gobernador de Saint-Domingue, apoyándose en un mapa topográfico para tales efectos.
El tratado de Aranjuez de 1777 hizo oficial la división de la isla de Quisqueya.
Primera presencia africana en lo que hoy es Dominicana y Haití
En el año 1492, africanos libres acompañaron a Cristóbal Colón en su primer viaje, destacándose entre ellos su asistente Juan Prieto. Fue a partir del año 1501 que los españoles comenzaron a traer esclavos africanos para realizar trabajos forzados de minería, albañilería y agricultura. Los franceses llegaron en 1535, cuando exploradores quemaron el asentamiento español de Santa María del Puerto, cerca de Puerto Príncipe. Desde 1604 los colonos franceses comenzaron a traer esclavos africanos con lo que Francia desarrollaría la llamada «Perla de las Antillas».
(La estrategia francesa fue enviar piratas para luego tomar posesión formal de los territorios. Lo mismo hicieron los británicos con los franceses tiempo después.)
Al momento de la firma del tratado de Aranjuez de 1777, la colonia francesa se sostenía sobre el trabajo de esclavos africanos. Allí se producía azúcar de caña, café, cacao, pecuaria, minería y logística para transportar mercancía en lo interno de la colonia y la exportación.
El próximo artículo trata sobre la Revolución Haitiana.
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